jueves, 26 de junio de 2014

Capítulo 15

Narrador.
El Tour había comenzado y One Direction no había vuelto a tener contacto con aquellos chicos que en su momento ocuparon su mente.


Ellas estaban es USA recorriendo todo el país mientras que no dejaban de salir rumores de el tiempo que estuvieron con Harry, Niall, Zayn, Liam y Louis.
Mientras ellos estaban en sus casas, aburridos, esperando que eso cambiara.



Abbie.
Todo era increíble. Bueno, no todo. Desde aquel día no supe que hacer. Debía guardar este secreto, en un baúl, con llave y bajo tierra. En la estación intenté contárselo a Sophie pero, si es destino quiso que pasara un tren será porque debía seguir siendo un secreto.
- Chicas, está noche toca Chicago, espero que sea como el año pasado porque lo pasamos en grande.


Estábamos cogiendo la ropa recién lavada y planchada. Debíamos ir a ensayar pero como ahora nos daba igual lo que dijera nuestra ejecutiva no cumplíamos los horarios.


En verdad este anterior mes había sido más movido de lo esperado. Desde que Max decidió que teníamos que alimentarnos a base de pastillas dejamos de rendir lo mismo que antes. Éramos las mismas pero, pusimos una amenaza en dirección. Queríamos respeto. Y si eso no se iba a cumplir dejaríamos todo en ese preciso instante.


Y así fue como todo mejoró. Sólo deseaba volver a casa donde puedo descansar y pensar. Seguiré pensando en ellos.


Anne.
Me había llegado una notificación al iphone. Un mensaje entrante.
"Hola Anne, no sé si me recuerdas, soy Harry. Sólo quería decirte que te echo de menos y me gustaría hablar contigo. Están saliendo muchos rumores y me veo involucrado en ellos. ¿Podemos hablar para solucionarlo?
Xx H."


Respondí a Harry con mucho gusto. No le olvidé, no después de darme apoyo y demostrarme que aunque estuviera emocionado podía ser una persona normal cuando estaba conmigo.
*face-time*
- Hola Anne.
- Hola Hazza.
- Verás antes de hablar de los rumores quería decirte una cosa.
- Claro dime.
- Hay algunas noticias de algunas personas que dicen que vais a morir.
- No creas eso, ya nos lo han dicho miles de veces.
- No es tan fácil, estáis bajo amenaza de muerte. Escucha esto.
"Una de ellas morirá en el mayor arena, mientras la atenta mirada de miles de fans busquen al culpable él no estará. No será el único suceso. No. Una pareja será divida pues otra saldrá a la luz."
- Ey Harry, tranquilízate ¿vale?
- No lo entiendes, esto es...
- Claro que lo entiendo, hablo el mismo idioma que tú.
- Por favor Anne va en serio.
- Pues mira, si me voy a morir esta noche mejor será que me vaya a vivir la vida ahora.
- Bueno... Si lo ves así, entonces, adiós.


Harry colgó la llamada algo enfadado pero, ¿a quién en su sano juicio se le ocurriría tragarse eso? Desde luego a mí no. Así que cogí las llaves de mi habitación y salí para ver si podía ir a algún parque a dar un paseo.

Las orillas de los grandes lagos estaban en calma, había alguna ola proveniente de la lejanía pero eso me ayudaba a relajarme. Había salido con 3 guardaespaldas para que Max se asegurara que no me iba a escapar o cosa parecida. Aunque el caso era que cuando se respiraba algo de tranquilidad oía justo a mi espalda como el teléfono de alguno de ellos sonaba a la llamada de Max. Me podría tirar al agua que antes de pisar el fondo ya me habían sacado.


Bridget.
Mi vida se estaba volviendo una pesadilla, desde hacía días no se me olvidaba la proposición que me habían hecho. Sí, yo quería aceptar pero por más que lo discutiera no me dejaban. Logan se había convertido en un prepotente, chulo y asqueroso novio, se creía que podía mandar sobre mí y eso cada vez me ponía más enferma.


Bajé al comedor para almorzar junto con mis compañeras pero desgraciadamente dos estaban en el gimnasio, otra dando un paseo y la otra ya había almorzado hace un tiempo. Por lo que no me quedó más remedio que comer sola en un comedor enorme lleno de jubilados que pasaban unas felices vacaciones junto a su familia. Quizá esta era la parte más dura, la familia. Ellos eran los únicos que me apoyaban cuando estaba mal, los únicos que me tenían en cuenta, ¿pero ahora? Ahora no había nada, todo eso se había esfumado.

- ¿Diga?... ¡Zayn! Claro que sí... Lo he pensado pero... Por favor escúchame... Sí, de veras... Quizá pueda... No, no estoy segura... ¿Qué rumores?... Vaya que tontería... Pues no... No te enfades... Sé cuidarme yo sola, adiós.
- Perdone señorita, ¿qué desea de postre? - Un camarero se había acercado a mi mesa sin darme cuenta.
- Nada, gracias. Anote la cuenta a mi habitación.
- Buen día señorita.
- Gracias, adiós.


Lo que me faltaba, que Zayn me dijera eso ¿acaso creía que me gustaba nuestra situación? No. Harta, harta de que nadie se pare un momento y se cuestione qué pienso yo sobre las cosas.


Sophie.
Un poco de tenis antes de cada concierto siempre me ha venido bien. Salí de la ducha y cogí un chándal para irme al arena, probablemente allí estaría el equipo de vestuario con nuestro infalible atuendo.

*
Estaba en el segundo cambio de ropa de la noche cuando escuché algo raro, como si justo encima hubieran saltado. Como si alguien en el escenario hubiera saltado. A decir verdad me sobresalté un poco. Nunca habían limpiado mitad de concierto y... los músicos no saltaban normalmente.

Intenté no pensar en eso y volvimos a las plataformas para ser lanzadas arriba otra vez. Al alcanzar la vista a ras de suelo vi un juguete con un papel dentro. Nada más salir Bridget se acercó y lo levantó, era un pequeño oso con algo duro en la patas. Probablemente eso hizo el ruido anterior.

No le di mucha importancia aunque de repente me fijé en algo diminuto y insignificante. Una pequeña mota. Un puntito rojo. Salía de aquel oso y estaba en la pierna de Bridget. Busqué de dónde salía esa luz, ¿de la pata? ¿de la cabecita? No. No estaba siendo emitida por el oso sino que era el punto en una diana.
- ¡¡Bridget tira el oso!!
Demasiado tarde.

lunes, 24 de marzo de 2014

Capítulo 14

Anne.
La cena con Harry fue genial. Él era muy divertido y cuando creías que la conversación se había muerto siempre tenía un as bajo la manga. Después de cenar lo acompañé a casa de Louis. Allí sólo estaba su amigo y apenas le vi.


Me hubiera gustado despedirme en ese momento ya que no creía que al día siguiente me fuera posible ir. Aunque desafortunadamente no se terció de esa manera.

Después de acompañar a Harry me fui a mi casa. Era tarde aunque no mucho. Otras veces había llegado bastante más tarde. Tenía el tiempo suficiente para descansar y levantarme relajada al día siguiente, pero no para dormir todas las horas atrasadas.

Una vez estuve en casa, necesitaba irme a dormir despejada así que me di una ducha de agua caliente para relajarme y después me tomé un vaso de leche.


Abbie.
Me desperté a las seis de la mañana sobresaltada. Había soñado algo muy extraño que creí no poder olvidar nunca. Era un tema que me había atormentado durante unos días, y que ahora se apareciera en mi subconsciente, era extraño. Me daba que pensar.


Pronto tendría que zanjar esto o no sabría que hacer. Era cantante, se supone que yo debería pasarlo bien, salir de fiesta, y no preocuparme por estas cosas porque según la gente' todo llega'.

Desafortunadamente, no pude volver a dormir y necesitaba despejarme. Me duché y me preparé para acompañar a Sophie a la estación.

Cogí la ropa más cómoda que encontré, pero a la vez elegante. Unos vaqueros con unas zapatillas y una americana ligera. Después de comer teníamos otra vez ensayos y debería ir a por mi ropa de cambio.


Bridget.
Los últimos días habían sido un auténtico rollo. Gimnasio, ensayos y vuelta a casa. Llevaba así una semana. Mi rutina, exceptuando los días de firmas, siempre era esa.


Aunque ayer fue un día diferente. Después de ver como las chicas se iban cada una por su lado decidí llamar a Zayn para ver que haría esa tarde-noche.

Fuimos a tomar un batido, que desgraciadamente, tuvo que ser bajo en calorías y de los más pequeños que había. Maldito sea todo aquel que controla mi dieta. Y no sólo mi dieta, sino todo lo que hacía en todo momento. Todo lo que comía, cuando dormía, TODO.

Fui a la estación ya que quería despedirme de los chicos. Probablemente no les vería nunca más. Me entristecía mucho porque eran muy alegres, amables y simpáticos.

Descubrí que allí estaban también Sophie y Abbie. Lo de Sophie lo comprendía pero Abbie no pintaba allí nada, claro que yo tampoco.
- Hola chicas.
- Hola Bridget, ¿qué haces aquí?
- Pues supongo que lo mismo que tú Abbie.
- Em... esto, sí supongo.



Sophie.
En la estación noté a Abbie algo rara. Normalmente no está distante y miraba de una forma algo distraída, intentando esquivar nuestra mirada. Aunque sólo sería cuestión de tiempo descubrir qué le pasaba.


Me encontraba antes de la entrada al andén para despedir a Niall. Había unos fotógrafos tomando fotos, y cuando llegó el momento abracé a Niall mientras me despedía de él.
- Buen viaje, no te marees mucho de aquí al aeropuerto o no tendrás buen vuelo.
- Tranquila, te llamaré cuando llegué - ambos reímos.


Finalmente se fue. Él y todos. Nos quedamos en la estación solas las tres chicas. Bridget rápidamente se fue a su casa por lo que me quedé con Abbie.
- Abbie, ¿ocurre algo?
- Esto... no...
- Sí, nunca estás así. Con nosotras eres diferente.
- Lo sé, menos mal que no soy actriz porque no sé actuar.
- Y bien, me vas a decir qué ocurre.
- He tenido un sueño algo raro esta noche. Verás, estábamos... - de repente se oyó el gran estruendo de un tren saliendo de la estación y no pude oír lo que mi amiga me estaba diciendo, aunque sí llegué a leer sus labios.
- ¿QUÉ?

viernes, 14 de febrero de 2014

Capítulo 13

- CHICAS GRAN ENSAYO. ¡OS QUIERO EN 10 MINUTOS EN MI OFICINA!
- ¡¡¡¡¡MAAAAAAAAAX!!!!!

Sophie.

Sudadas, cansadas y nos exigen estar limpias en 10 minutos. Genial. Mi trabajo apesta. Bueno no, mi representante y toda su compañía apesta. Encima no teníamos tiempo ni para comer ni dormir. Desde luego esto no eran condiciones para vivir. No entendía cómo podíamos tener fans, seguro lucíamos horrible y cansadísimas en los conciertos.

- Chicas, paso de ducharme, desodorante y listo.
- Tía - me dijo Anne - será que tú no tienes que ir a ningún lado después.
- Oye oye oye, ¿y tú a dónde vas?
- Nadie ha dicho que yo vaya a algún lado.
- No... - la fulminé con una mirada que decía 'sí, seguro'. Tampoco iba a entrometerme, eran sus asuntos y siempre acababa contándome las cosas.

A los 10 minutos fuimos para allá. Había varias personas esperando en el despacho en el cual nos íbamos a reunir. Siempre temía este tipo de asuntos, o iban a obligarnos a hacer algo o era una advertencia de algo que habíamos hecho mal.

Todo se estaba convirtiendo en un charla eterna que de momento no parecía tener fin ni sentido. ¿Por qué estábamos hablando de nutrición? ¿Qué mierdas quería ahora el tío este? La conversación, o mejor dicho monólogo, que estaba teniendo Max me iba a llevar al aburrimiento extremo.



Anne.

- ¡No lo puedo creer! De un día para otro me voy a morir, en serio.
- Pero, ¿qué ocurre ahora? ¿Se puede saber por qué sales echando humos?

Harry había ido a buscarme al terminar la reunión que tuvimos después de los ensayos. Ciertamente ya sabía que íbamos a ir a cenar, pero después del día tan agitado que había tenido se me olvidó completamente.
Llevábamos 10 minutos en el coche, de los cuales había pasado 9 quejándome y 1 poniéndome el cinturón y sentándome. Esto se nos estaba yendo de las manos demasiado y no podía permitir que quedara así.

- Anne, ¿me vas a responder?
- Ah, calla, estoy pensando. ¿Tú serias capaz de plantar cara a Max?
- ¿Estás loca?

Vale sí, estaba loca. Lo último que quería era que alguien muriera por este asunto,  pero no podía permitir que las cosas se quedaran así. La idea de tener que alimentarnos mediante pastillas por falta de tiempo no eres para nada apetecible.

"He estado hablando con un nutricionista y me ha recomendado las mejores pastillas del mercado privado. Estas las suelen usar astronautas cuando están en los viajes espaciales. Con cada una de estas pastillas os podéis alimentar como si hubierais tomado 3 platos, contienen todos los nutrientes necesarios. Y con este método ahorraríamos en total 5 horas por día."


Estas habían sido las palabras literales que habían conseguido enfadarme y no poder disfrutar de mi última cena con Harry. Al terminar de recordarlo me di cuenta de que habíamos aparcado, me encontraba con un gran letrero que indicaba en él 'Italiano'.
- ¿Un italiano? ¿En serio Harry?
- Bueno, no se me ocurrió nada mejor. A todo el mundo le gusta la pasta. No hay mejor forma de acertar que esta.
- Cierto. Pasemos dentro, aquí hace fresco.



Holly.

Estaba con Louis en mi casa. Desde que terminamos los ensayos no me había dirigido la palabra. En verdad me lo merecía, no debí cargarle tanto esta mañana con el tema de que me había destrozado. Aunque sí me dolía, no era tan exagerado como para no poder andar ni ir a la compra.
- Louis...

No obtuve respuesta alguna. Siempre que lo llamaba respondía de la misma manera. Me miraba, ponía mala cara y seguidamente apartaba su mirada. A veces gruñía. Pero nunca me respondieron palabras. Por lo que no me dejó otra opción. Me levanté de mi sitio y fui hacia él. Poco a poco. Despacio. No quería que se fuera. Cuando estuve lo suficientemente cerca, con un movimiento rápido me tiré encima suyo atrapándolo para que no pudiera ir.

- Holly quítate de encima mío ya.
- El señor serio por fin ha dicho una palabra. Aleluya.
- No estoy para ningún chiste. Lo he pasado mal.
- ¿Tanto esfuerzo has hecho?
- No es el esfuerzo lo que me preocupa. Eres tú.
- ¿Yo?
- Tú. He estado preocupado todo el día pensando que te había hecho daño y realmente estabas mal. Me he sentido muy mal, ¿sabes?



Anne.

- ¿Te gusta?
- Mucho, la iluminación tenue y las velas dan un toque que me encanta.
- Te echaré de menos.
- ¿Acaso crees que yo no os echaré de menos a todos?
Harry empezó a acercarse hacia mi. Más y más, y en cada movimiento nos separaba menos distancia. En apenas unos tenía su aliento rozando mis labios, pero...
- ¿Anne? -alguien me sobresaltó haciendo que nos separáramos.



Liam.

La casa de Louis se veía tan vacía sin nadie. Llevaban allí toda la tarde encerrado pensado, quería a Abbie, siempre la quise. Y ahora me hallaba preparando mi maleta para irme al día siguiente y probablemente no verla nunca más en un tiempo. Odiaba esta situación. Era superior a mi, nunca sentí tanta impotencia.
Mi discusión mental era fruto de un nombre, unos hechos y un futuro, el cual aguardaba gris.

Mis manos se dirigieron al móvil y marcaban su número, pero mi mente me decía que no debía molestar, ella se iría de tour y yo seguiría en mi pequeña ciudad siendo la típica persona que era siempre y, en mi pequeño mundo cada vez que viera sus fotos en twitter. Lo peor serían las memorias, no hay nada peor que las mejores memorias de tu vida. Las cuáles en algún momento dejaron de ser realidad para volverse un producto del cerebro humano.

Por última vez marqué su número. Pero ya no fui capaz de soportar esta carga. Cayó al suelo, y caí yo con él, llorando y maldiciendo todo aquello que había pasado. Pude escuchar su voz pronunciar mi nombre al otro lado de la línea, pero no fui capaz de responder.

viernes, 31 de enero de 2014

Capítulo 12



Abbie.
Seguía en shock. Sinceramente creía que Zayn me había utilizado. Este moreno me había echo creer que aquella noche en la que estaba borracha a más no poder me besó por atracción. Ahora me daba cuenta de que fue una tontería y lo único que podía hacer era olvidar. No olvidarle a él, sino olvidar lo ocurrido, ya que ahora sabía que no podía ser posible.

Salí de mis pensamientos con unas manos que se posaron a ambos lados de mi cintura. Era Liam. Se me había olvidado que él todavía seguía en mi casa.
- Lo siento, yo... - me  di la vuelta y al mirar en sus ojos pude ver la tristeza en ellos. - yo  no quería que esto fuera así, de verdad, lo siento.
- Hiciste bien, no siempre todo va a poder ser como uno quiera.
- Esto... creo que me iré a casa, no fue buena idea venir.
- Pues yo no creo que sea así. Al menos no me dejes ahora sola, quédate a comer.
- Debería irme, mañana al medio día sale mi tren de vuelta a Wolverhampton.
- Por favor.

En esos momentos mis palabras desprendían tristeza. No quería quedarme sola en casa para después tener que aguantar todo en los ensayos. Y finalmente volver a casa muerta sin ningún minuto por el que sonreír. Por suerte pude convencer a Liam para que se quedara.



Sophie.
- Niall, wow, pensé que te habías enfadado.
- Bueno, digamos que no me hace gracia el tener que ser tu novio a la fuerza por dinero.
- ¿Mi novio?
- Sí.
- ¿De verdad lo dices?
- Claro.

Este chico era demasiado bueno, me iba a matar de amor. Yo creí que se iba a enfadar y me dejaría de hablar y encima con todo el marrón de Modest! Mis impulsos me indujeron a saltar y abrazarlo fuerte. Salvarme de esta no iba a ser fácil y gracias a él ahora el problema se había esfumado. 

- Gracias.
- No las des, aunque no sé que vamos a hacer con esto de vivir cada uno en una isla diferente.
- Max tendrá alguna idea.
- ¿Max?
- Una sanguijuela chupa dinero.

Este comentario provocó la risa en el rubio haciendo que yo me sonrojara de gracia. Pasé el mediodía hablando con él sobre su viaje del próximo día y pronto llegó la hora de los ensayos. Debía llegar pronto o me caería bronca. Nos dirigimos al coche ya que Niall tenía que ir conmigo para, al terminar, hablar con el manager sobre toda esta historia.

- Llegamos. - Eché el freno de mano y paré el motor para disponerme a bajar del coche.
- Sophie, espera.
- ¿Qué ocurre?
- Si vamos a ser novios en esta historia tendremos que llevar el papel aprendido.
- Niall, estoy espesa, aclárate y dime qué... - no tuve de tiempo de terminar la frase ya que me besó. Fue un beso rápido, con chispa. Pero tierno. Sus labios eran suaves y carnosos.
- Ahora podemos irnos.



Bridget.
Zayn. Había sido Zayn. Este chico tan misterioso había conseguido "atraparme". Era un amor de persona. Me contó todo lo ocurrido esos días en respecto a Abbie y Liam. Esta chica era un baúl de secretos, se lo callaba todo. Ahora que lo sabía podría chantagearla. A decir verdad, siempre quise que me dijera el nombre de la persona a la que encargaba todos los muebles a medida y el vestidor. Por fin iba a conseguir el mío. 





Holly.
Louis tuvo que llevarme a los ensayos. No hacia más que poner excusas pero ya le había enseñado yo quien mandaba aquí, y al fin y al cabo, una apuesta era un apuesta. No había mejor forma para picar a un hombre que con una apuesta. Podías perder, pero la cara que ponían ellos era bastante peculiar y graciosa, mientras tanto en ese momento te reías.

- Louis, bájame del coche.
- Tienes piernas.
- Y caderas destrozadas que apenas puedo mover. 
- Te odio por esto, voy a morir por sobre esfuerzo. 
- Deja de quejarte.

La persona que iba a morir era yo, cuando me viera ensayar se iba a dar cuenta de que en verdad era todo mentira y poco a poco se me había pasado el dolor. Además tendría que bailar sí o sí. Sino Modest! empezaría con las amenazas de siempre.

Veía que esta tarde iba a ser movidita.



Anne.
Iba con la hora justa para llegar a tiempo a los ensayos. Harry me había mandado un mensaje diciendo que pasaría a buscarme para ir a cenar a un restaurante para despedirnos. Y como mente masculina que tiene me avisa media hora antes de tener que salir de casa. 

Y creo que fue un récord porque en ese escaso tiempo que tuve pude hacer de todo. Cogí la ropa que me iba a poner al cambiarme para ir a la cena, champú y gel, dinero, llaves y móvil. Lo había ordenado todo en una bolsa de deporte rosa y negra que usaba para ir a la piscina en verano. Por desgracia tuve que dejarlo por la fama.

Solo quedaban 4 horas para reunirme con Harry. Aunque fuera una despedida, pasar tiempo con ese chico tan guapo era un lujo. Seguro que tenía novia pero mientras que estaba en Londres ella no podía estar ahí con él, y cuando el ratón no está en casa los ratones bailan.

- Tan solo unas horas, puedo. - fue mi último pensamiento en voz alta que pronuncié antes de adentrarme a la sala de vestuarios para cambiarme e ir a nuestra clase.

martes, 21 de enero de 2014

Capítulo 11

Sophie.
Era mañana temprana y me encontraba descansando en mi cama. Tenía algo de jaqueca y mareos, madrugar no me hacía bien, para nada. Pero era lo que conllevaba ser cantante, y encima en medio de una gira. Ensayos, clases, vestuario, maquillaje y peluquería... Odio bailar, no sé cómo Bridget se puede pasar el día de arriba a abajo dando vueltas, si yo me canso a la primera de cambio.

Me disponía a levantarme de la cama para ir a desayunar pero una llamada entrante en mi teléfono me interrumpió. Mierda, era Max, nuestro querido mánager. Ironía. Le odiaba, a muerte, nos obligaba a hacer un montón de estupideces por 'el bien de la banda'. ¿Desde cuando explotarnos grabando de madrugada era por nuestro bien? 

Después de una pequeña discusión mental entre coger la llamada o no, decidí cogerlo.
- Sophie ¿dónde estás?
- En mi casa, la gente normal a estas horas duerme, te lo recuerdo.
- Pon la tele, canal 5, reportaje sobre ti hermosa.
- Gracias por el sarcasmo.

Bajé al salón para ver qué se había inventado la prensa esta vez. Hasta el moño, sí hasta el moño me tenían todos los paparazzis, de verdad que no había profesión más rastrera que esa. Asco. Esa era la palabra exacta de mis sentimientos hacia ellos.

Al encender la tele vi unas imágenes de mi coche en el que se me podía ver de perfil hablando con un chico, al menos a él no se le podía ver la cara, aunque obviamente yo sabía quién era.
- Bien, ahora, ¿qué es eso que estoy viendo?
- A mí, hablando con un amigo en mi coche. Fin de la historia.
- No niñita no, fin no. Ahora todas las revistas creen que es tu novio, no puedes dar una fama de niña caprichosa por el país.
- Max, eso te lo acabas de inventar tú ahora mismo. Así que no me hagas hacer algo que no quiero, porque sé por dónde van tus tiros.
- Sophie, haz el favor de despertar. Mira cualquier revista digital para darte cuenta de lo que te estoy diciendo.
- Me voy a ahorrar el cabreo así que vamos al grano, ¿qué debo hacer?
- Tienes que salir con ese chico, sea quien sea.
- No puedo hacer eso, él es irlandés. Se irá en dos días de vuelta allí. En verdad vino al concierto y se quedaba una semana.
- Me da igual.
- ¡Max joder! ¡No puede quedarse!
- ¿Cúal de las tres palabras no has entendido? ¿ Me, da o igual?
- Adiós.

Del enfado que tenía en esos momentos encima no quería seguir discutiendo con nadie. Me fui directa a la cocina de mi casa, preparé un cola-cao calentito y fui a acomodarme al sillón para pensar cómo le diría a Niall todo esto. 




Holly.
Tenía la cadera destrozada. Por culpa del maldito Louis ahora no podía mover apenas las piernas. Maldigo el momento en el que decidió cargarse sobre mí, y claro precisamente su peso no era pluma. Vendetta. Solo quería vengarme.

- Louis ven a mi casa.
- Tú no me mandas, no voy a ir.
- Dije que vengas. - Mi voz se notaba furiosa y decisiva, no quería andarme por rodeos. 
- Dame 20 minutos.
- No puedo esperar tanto. 15 en la puerta trasera de mi casa.
- Vale.
- Cuando llegues salta la puerta, entra por la cocina. Si mueves un poco el manillar se abre sola. Hasta ahora.

Ahora debería esperar a que el pánfilo viniera. Genial. ¿Qué iba a hacer durante 15 minutos esperando en la cama? Aunque el Candy Crush ahora se veía apetecible.




Bridget.
Tenía toda la mañana libre y no sabía qué hacer. Ya había comprado el pan, me había probado la ropa de esta tarde, había colocado mi habitación... y todavía era medio día. Fui a casa de Sophie, me presenté sin avisar pero supe que me iba a aceptar con una sonrisa. Aunque no se la veía muy contenta.

La pregunté qué pasaba y me explicó todo lo de Niall. Realmente lo tenía algo enrevesado y no sabía cómo salir de esta. Pero tampoco se puede decir que yo la pudiera muchos consejos porque mi situación no era de las mejores. Logan. Dichoso Logan. Cuanto quería terminar con él.

- Sophie tranquila, si Niall no está será imposible una relación y Max lo tendrá que entender por muy cabezota que sea.
- No lo entiendes.
- Sí, sí lo entiendo y no me digas que no porque es mentira.
- Max es capaz de interrumpir sus estudios con tal de traerlo aquí y que hagamos la parejita perfecta que toda la prensa quiere ver y que nos da más dinero.
- ¿Te recuerdo que ahora mismo estoy en una relación falsa? 
- Ah, cierto. Perdón. Es que fingís muy bien.
- Puede, pero eso me ha costado mucho tiempo. Tener que fingir que quieres a alguien y en realidad no es así es difícil de asimilar, y más si ni siquiera sabías quién era hasta antes de que te lo presentaran como 'tu nuevo novio'.
- ¿No hay noticias nuevas sobre cuándo terminar la relación?
- No. 

No. No. No. No sabía cuando iba a poder querer a un chico que me sintiera ser especial, aunque quizás era más difícil pensar que iba a conocer a alguien que me hiciera sentir bien. Sentirme viva, fuerte, feliz. Solo pedía eso, solo una cosa. Aunque mi vida se basaba en inseguridades y probablemente esa sería la razón de mis fracasos. Es cierto que ya me quiero tal y como soy pero sigo sintiéndome inferior por dentro. Y es por eso que todas las críticas me afectan de una forma o de otra. 

- Verás que todo se soluciona pronto.
- Eso de dijeron hace exactamente 2 meses y aquí seguimos.
- Tranquila, si esto no termina pronto tomaré medidas en el asunto. No me agrada nada verte triste ni decaída. Tienes que volver a ser esa chica fiestera, a la cual siempre podías acudir porque te iba a sacar una sonrisa.
- Es mejor que no te metas, dentro de poco tendrás tus propios problemas y es mejor que empieces a pensar en una solución ahora para ellos. Créeme.
- Quédate aquí. Yo solo no puedo estar para cuando tenga que contar a Niall.
- Perfecto. ¿Pasta o huevos fritos?
- Pasta con huevos fritos.





Holly.
Después de estar esperando llegó Louis a mi casa, abrió la puerta y subió a mi cuarto. Nada mas verle empecé a chillar todos mis dolores que me había causado por su definición de diversión.

- Uy, pues lo siento. - El pobrecito se había puesto rojo como un tomate y estaba mirando al suelo, no se  atrevía a mirarme a la cara.
- Tranquilo, ahora cógeme y bajemos.

Bajamos al salón. Aunque mejor dicho, él bajó al salón y yo me cargué en sus brazos. Estaba empeñada en que hiciera de mi esclavo todo el día, era su culpa, él asumía las consecuencias. Pero Louis decía que no, que me las apañara cómo pudiera. Y ante este dilemas sólo había una solución.

- ¿Cara o cruz?
- ¿Qué?
- Bien. Si sale cara serás mi esclavo si sale creo serás libre de hacer lo que quieras con el cargo de conciencia de no haber ayudado a una pobre mujer dolorida.
- No me das pena.
- Ni falta que hace. Ya bastante pena voy a sentir cuando vayas a hacer la compra.
- ¿De qué me estás hablando?
- Necesito huevos, leche, ah y algo de carne. Chuletas o algún filete lo que veas más apetecible.


El chico me fulminó con la mirada después de decir eso. Sacó una moneda de su bolsillo una vez me hubo dejado en una silla bien sentada. La colocó en su mano derecha y con un rápido y ágil movimiento de mano la lanzó al aire. Dio vueltas y vueltas y vueltas hasta atraparla. Acto seguido la puso sobre la mesa y destapó la mano para ver el ganador.

- ¡CARA! ¡SÍ!
- Mierda. Mierda. Mierda. ¡Mierda!
- Adivina quién va a ir a hacer la compra.
- Huevos, leche y carne. A sus órdenes.
- Espera mozo, antes hazme el desayuno y después te podrás ir.

Después de hacer mi desayuno se fue a hacer la compra como había dicho anteriormente. Al rato vino con todos los alimentos y me ayudó a dejarlos colocados en la cocina. Tenía que vestirme y prepararme para esta tarde así que volvimos escaleras arriba. Sacó toda la ropa del armario que le dije, hasta calcetines.

- Bien, vete fuera que ahora te aviso.
- No.
- Louis, fuera. Me tengo que cambiar.
- Me dijiste que debía ayudarte. Así que me quedaré aquí observando cómo te cambias por si necesitas ayuda.
- Cansino. Eres cansino. Pero mira, si te hace ilusión quédate pero coge un cubo o algún vaso.
- ¿Para qué voy a necesitar yo eso?
- No quiero babas en mi suelo amor.
- No me retes.
- Ya lo hice y perdiste una vez, no te dejes mal a ti mismo y calla.

Se quedó en la habitación mientras me vestía. Me daba algo de vergüenza y gracias a dios no tenía que cambiarme ahora la ropa interior porque sino hubiera sido muerte y auto destrucción. Aunque ya lo tenía pensado. ¿Quería quedarse? Tendría su merecido, y sí, se me da bien el movimiento lento y sensual.




Abbie.
Liam y Zayn estaban muy pesaditos desde ayer. No paraban de mandarme mensajes para quedar o salir a dar un paseo o cualquier actividad tonta que se me pudiera ocurrir. Y como no tenía nada que hacer decidí llamar a Liam.

- ¿Liam? No puedo salir ahora. Ni por la tarde. No. Tengo Ensayos. Ven a mi casa si quieres. ¿En media hora? Perfecto. Adiós.

Uno había picado el anzuelo, ahora faltaba mi moreno. Usaría la misma táctica, las mismas palabras. Si había salido bien una vez, saldría bien dos.

- ¿Zayn? No puedo salir ahora. Ni por la tarde. No. Tengo Ensayos. Ven a mi casa si quieres. ¿En media hora? Perfecto. Adiós.

Ahora solo debería esperar a que los dos vinieran y poder solucionar todo de una vez por todas.




Sophie.
- Bridget, no me atrevo. Llámalo tú.
- No puedo hacer eso, sería muy raro que yo explicara todo eso a él, no sé si te das cuenta.
- Está bien.

Saqué fuerzas de... bueno, no sé de dónde, pero marqué su número y me coloqué el auricular en la oreja. Uno... Dos... Tres... Ya oía cómo se estaba descolgando el móvil al otro lado de la línea. Su voz. Su preciosa voz. Espera ¿qué? No le había oído bien, ahora quedaría como una tonta por no escucharlo y ser yo quien llamaba.

- ¿Niall?
- Sí, sí, ¿ocurre algo?
- Verás, - inspiré fuertemente. - En la prensa han sacado fotos nuestras en el coche y ahora mi mánager está muy enfadado y quiere que salgamos porque sino daría muy mala fama al grupo y ya sé que te vas pero no me hace caso y tenemos que hablar los dos con él porque hay que solucionarlo. - Todo esto lo dije en un minuto aproximadamente a una gran velocidad que ni yo misma me entendía.
- ¿Qué?
- ¿Quieres ser mi novio¿

A partir de ese momento dejé de oír cualquier sonido al otro lado del auricular. Había cortado, mierda. Joder. Ahora qué iba a hacer yo.




Abbie.
Mala idea. Esta fue la peor idea del mundo. Nunca más traeré a dos chicos juntos a mi casa. Nunca. Ahora debía arreglar todo.

- ¡ADMITE QUE NO LA QUIERES! - Liam solo gritaba eso.
- MIENTES. LA QUIERO TANTO COMO TÚ, NO SÉ SI RECUERDAS QUE ES NUESTRA ÍDOLA POR DELANTE DE TODO.
- ME DA IGUAL LO QUE DIGAS. VAMOS NO SEAS UN GALLINA Y DÍSELO. ¿POR QUÉ A ELLA NO LE DICES LO MISMO QUE A MÍ?
- Chicos, -les interrumpí. - Aclaradme qué tenéis que decirme YA.
- Vamos Zayn, cuéntala.
- Abbie. Te amo, y lo sabes, pero no debí besarte. Fue un error yo no quería pero tú estabas borracha y el sabor de tus labios me embriagaba tanto que no podía resistirlo. Lo siento

Se me quedó la boca completamente abierta. Se estaba ¿arrepintiendo por besarme? No entendía nada. Aunque quizás todo empezaba a tener más sentido. Liam estaba enfadado con Zayn por eso, porque pensaba que no debió hacerlo y se pelearon por un simple y estúpido beso. Chicos. Únicos en su especie...

- Bien. Ahora sobro aquí por lo que, adiós.

Y se fue. Sin más demora caminó hasta la puerta, la abrió y salió de mi casa como si nada hubiera pasado, dejándonos a Liam y  a mí solos en el salón.




Bridget.
Llevábamos un rato calladas. No quería preguntarla qué la había dicho Niall en la llamada porque desde mi punto de vista una llamada tan corta no augura nada bueno. Simplemente decidí esperar. Aunque mucho tiempo de espera no hubo ya que alguien llamó al timbre de la casa. 

- Voy a abrir - me dijo con una sonrisa en la cara. Se levantó y abrió la puerta. - ¿¡NIALL!?

Vaya, Romeo había venido para hablar con Julieta. No sé porqué me da que esta no es mi obra así que me fui.

- Sophie, nos vemos esta tarde, la pasta con huevos fritos la dejamos para otro. - Y con un susurro dije - suerte.

Salí de su casa y me dirigí calle arriba a la mía. Bendito el día en que nos dijeron que debíamos vivir en la misma calle. Es cierto que era una muy grande pero por lo menos se podía ir andando de un extremo a otro.

Estaba apunto de abrir la puerta de la verja de mi casa cuando noté un cuerpo detrás de mí. No me dio tiempo a girarme porque hubo unas manos que se posaron en mis ojos haciendo imposible cualquier visión de esa persona. Quien fuera abrió la verja del jardín llevando consigo por delante. Nos dirigimos hacia el patio trasero, reconocía mi propia casa como la palma de mi mano y supe lo que había enfrente mío en todo momento. Una vez paramos estábamos en el porche de atrás. Las manos iban remitiendo, ya no había tanta presión en mi cara. Iba a girarme pero unos labios húmedos y suaves acariciaron mi cuelo dejando al final un beso.





***
Buenas noches, este es el capítulo de la semana pasada. Le subí hoy decidí hacerlo más largo ya que está dedicado a Sophie, la cual cumple hoy 15 años. ¡Muchas felicidades y disfruta de este capítulo! 

(@SoProudOf5Guys) ahí les dejo su twitter para que la feliciten.



martes, 7 de enero de 2014

Capítulo 10

Sophie.
Estábamos comiendo en la parte trasera del coche. El silencio invadía todas partes pero no era incómodo, no, sino un silencio de contemplación. Nos mirábamos el uno al otro. Lo cierto era que ese chico me atraía, y estos minutos juntos sabían a gloria. Pero yo no me iba a aprovechar de él por el hecho de 'ser su ídola', aunque eso no significaba que no pudiera intentar nada.

- Niall, no encuentro las llaves para arrancar el coche.

Mentira, las llaves estaban en mi bolsillo pero bueno, una pequeña mentira no hace mal a nadie, y yo lo único que quería era que estuviéramos más juntos. Empezamos a revolver el coche y lo pusimos patas arriba. Todos los objetos que tenía por el suelo acabaron volando a lo largo de toda la dimensión del vehículo. Me estaba moviendo del sitio poco a poco. Juntando mi cuerpo hacia el suyo.

Posé mi mano en su rodilla, haciendo que esta se moviera, para que así pareciera que estaba buscando mis llaves. Pero lo único que pretendía con eso era que me mirara a los ojos, que pudiera entrar en esas dos esferas marinas que tanto me transmitían. Eran azules, pero no era un azul claro casi transparente, era azul intenso, con poder, capaz de hipnotizar a cualquiera. Y lo conseguí. Me miró y yo a él.

- Sophie... creo que deberíamos volver.
- No hay prisa, tranquilo, tus amigos no se van a ir sin ti. - Iba a tenerlo más cerca aún cuando vi una pequeña luz cerca de los cristales de atras. Una muy reconocida luz, por desgracia. Un flash. - Mierda. Anda mira, -dije sacando la mano por detrás del asiento. - las llaves. Que casualidad. Niall no te muevas de aquí. Escondete todo lo que puedas, no mires a ninguna cámara ¿vale? Vamos a mi casa.

Salté por medio de los asientos para situarme en el del conductor. Arranqué y me puse en marcha para alejarme de la ola de gente que se situaban alrededor tomando fotos de mi precioso coche. Los paparazzi cada vez se enteraran más rápido y a este paso iba a tener que denunciarlos.

Zayn.
Desde que fuimos a casa de Sophie no habíamos hecho gran cosa hasta que vinieron de la bodega Anne y Harry con comida y bebida.

- Bueno, pues como no vienen, nos tendremos que divertir también nosotros.

Aunque no dejaba de pensar en Abbie, y sabía que alguien más lo hacía.

Narrador.
A la semana siguiente, cuando las cinco chicas tenían unos días libres quedaron todos de nuevo en casa de Sophie. Aunque todavía no se conocían bien, lo cierto era que ya habían hablado varios días y se llevaban bastante bien.

Zayn y Liam llevaban enfadados entre ellos desde esa tarde. Nadie, excepto ellos sabe qué pasó. A veces de repente estaban hablando de algo y se reían.

- Ayer creo que soñé con esa tarde de la semana pasada - dijo Abbie.
- ¿En serio? ¿El qué? - preguntó Liam bastante curioso, él era el más responsable y fue el que nos llevó a casa de Louis  porque estaba más o menos estable.
- Recuerdo un cuarto pequeño, como si fuera un armario con espacio suficiente para entrar. Y alguien. Nada más.

Liam miró a Zayn y este agachó la cabeza, señal de culpabilidad.

- Seguramente no recuerdes más, estabais muy mal.

Flashback
- ¡BAJO EL MAR! ¡BAJO EL MAR!
- ¡Bridget cállate! Me vas a dar dolor de cabeza, ¡no eres la Sirenita!
- Louis no me mandas. Si canto, te aguantas, y si me río también.
- Si princesita.
- ¡Soy la Sirenita no una princesa!

- ¡HOLLY! ¡MANDA CALLAR A TU AMIGA POR FAVOR!
- Mmmmm.... déjame que me lo piense. ¡NO! ¡BAJO EL MAR BAJO EL MAR!
Fin del flashback.

- Aunque yo recuerdo algo - dijo Louis mirando a Holly.
- Louis, por favor te lo pido cállate. Que vergüenza - Holly puso sus manos en sus mejillas para tapar la rojez que de repente se había apoderado de ella.
- Vosotras no os callasteis, yo no me callo.
- ¡NO!

Holly se levantó del sofá con la intención de tapar la boca al chico pero este fue más rápido y se dio cuenta de su movimiento y así salir corriendo alrededor del salón.

- ¡Holly y Bridget estaban cantando...! ¡AH! ¡No me tires pan!
- ¡Pues calla!
- ¡Estaban cantando la Sirenita!

Acto seguido Louis salió del salón después de dar unas cuantas vueltas a sus amigos y se dirigió al pasillo, cerca del perchero. Holly le había seguido pero al llevar unos segundos de retraso no la dio tiempo a ver donde se había escondido. Empezó a andar lentamente mirando a ambos lados. Cuando pasó el perchero no se dio cuenta de unos pies.

Entonces Louis la cogió por detrás dejándola inmóvil los brazos para así después cargarla cual saco de patatas al jardín y dejarla tumbada en el césped con él sentado encima.

Abbie.
Había observado a Liam y a Zayn durante toda la tarde, y todavía pensé que se iban a matar con esas miradas. Sabía a qué se referían pero no sé el porqué de estar así. Había pasado y ya está.

- Zayn - pronunció su amigo castaño. - ¿Te importa decirme dónde está el baño?
- Claro, mira, vas por el pasillo y...
- Así me voy a perder, ven e indícame.
- Pero no es tan difí...
- Que vengas.

Se dirigieron hacia lo que supuestamente era "el baño" pero bien sabía yo que a vaciar el interior no iban. Así que, me levanté.

Llegué a la puerta del baño y al parecer se habían metido los dos dentro. Estaban gritando. Liam, creo que quería averiguar algo y el moreno le decía que era una tontería, pero a lo mejor yo me equivocaba. ¿Y si no era lo que pensaba?

Como no estaba segura esperé. Seguían gritando y todavía no averiguaba nada.

-¡ZAYN DIME DE UNA VEZ POR TODAS QUE PASÓ AQUELLA NOCHE EN EL ARMARIO CON ABBIE!

Bingo. Instinto femenino. Era lo que pensaba. Debí fiarme desde el primer momento pero, ah, inseguridades. Todo se reducía a inseguridades.

Irrumpí en el baño. Abrí la puerta de golpe haciendo que se callaran y me miraran con cara sorprendida.

- Lo primero, ¿quieres saber qué pasó?
- Sí, ya era hora de que alguien me lo diga.
- Bien, lo segundo. Sí, Zayn, me acuerdo pero no quise decirlo delante de todos.
- Esto... -tartamudeó.
- Mira atentamente, ¿ves mi cara? Es una cara sincera. Esto es lo que pasó.

Alcé el mentón de Zayn , lo miré directamente a los ojos y arremetí contra sus labios. Fue un beso rápido lleno de furia por mi parte ya que odiaba que discutieran por una tontería.

Pensé que todo iba a terminar bien pero antes de despegarme de Zayn, noté unas manos en mi cintura, Liam estaba tirando de mí hacia la pared. Se quedó a unos centímetros antes de decirme.

- No me provoques.

miércoles, 1 de enero de 2014

Capítulo 9

Louis.
Estaba caminando junto a Zayn y a Liam cuando oímos a Niall pedir auxilio a Harry.


- Harry ayuda.

Después oímos su cuerpo chocar contra el suelo. Rápidamente me di la vuelta y vi como Niall se caía. Acudí allí mientras los dos amigos que me acompañaban hacían lo mismo.

- ¡Niall! ¡Niall! - grité para ver si reaccionaba pero al ver que no pasaba nada tuve que verme obligado a darle varias tortas. Nada. No había respuesta alguna.

Llamamos al número de emergencias. En pocos minutos vino una ambulancia para llevarse a nuestro amigo, al no poder acompañarle todos Liam fue con él.
No teníamos nada que hacer. Niall se encontraba inconsciente y no conocíamos a nadie en Londres, ¿o sí?

- Harry -llamé al de rulos.
- ¿Qué pasa?
- Podrías... llamar a Anne. A lo mejor ella sabe qué hacer, conocen Londres y, no sé, había pensado que nos podrían ayudar.
- Lou, ojalá pudiera hacer eso como quien llama a una amiga. No me quiero aprovechar de la situación. Lo mejor será que vayamos al concierto, y, a la salida contarlas lo ocurrido.


Harry tenía razón así que sin más demora, asentí con la cabeza dando a entender que aprobaba la idea. Nos dirigimos al McDonald's, aunque sin mucho apetito.


Narrador.
La hora antes al concierto llegó. Todos se encontraban ya en la cola para entrar al estadio cuando Zayn recibió una llamada.


- Liam... Sí... Pero, ¿ahora?... Claro... No hay problema... Adiós.

Zayn les contó toda la información que Liam le había dado. Niall había despertado después de varias horas. El médico había pedido que por favor fuera alguien mayor de edad para poder dar de alta a Niall. Louis era el único que podía hacer eso ahora.

Aunque no fuera de su agrado tuvieron que dirigirse al hospital.  
Una vez allí esperaron a que fuera la hora de terminar el concierto. Harry llamó a Anne. Ellas se preocuparon y fueron allí en seguida.


Sophie.
Cuando Anne me comentó la cosa tan importante por la que habían interrumpido nuestra ducha y cambio de vestuario, me estremecí. Era mi culpa. Todo era mi culpa. Si yo no hubiera pedido el número de Niall, él no se habría desmayado.


- Abbie, Bridget, Holly, nos vamos al hospital. Emergencia.

Empezaron a preguntarme un montón de cosas, pero yo estaba centrada en cambiarme lo más rápido posible y salir disparada hacia allí. Nada más llegar nos encontramos a Harry y otro chico ayudar a Niall andar hacia un coche. La verdad era que temía acercarme, no vaya a ser que le de otro chungo.

- Chicas ¿podéis hablar con el resto? Me gustaría poder tranquilizar a Niall. No me gustaría que cada vez que le hable tengamos que ir al hospital.
- Claro - respondió Abbie. - A decir verdad, el morenito ese tiene un buen cuerpo. Y los tatuajes le hacen verse realmente bien.
- Abbie - dijo Holly - recuerda no presionar al chico. Que luego le agobias.


Fueron todas hacia el resto mientras yo me acercaba a donde se encontraba el rubio. Mandé a los dos chicos que se encontraban a su lado que se fueran. Me senté en un banco e hice una seña con la mano para que él me entendiera y fuera directo al sitio que estaba a mi lado.


Abbie.
Fuimos andando al coche. Me había fijado bastante en el chico de tez morena. Pude oír que se llamaba Zayn. Hum, Zayn, nombre sexy, como él. Tenía unas facciones perfectas.  Ojos oscuros y almendra, pestañas largas, podrían captar la atención de cualquier chica. El pelo era algo más corto por los lados, eso le daba un aspecto de chico malo, me gusta. Podía ver unos tatuajes por su brazo, aunque no había muchos, los que estaban eran bastante bonitos, nunca me gustaron los tatuajes.



Sophie.
Me quedé hablando con Niall. Podía notar que cada vez se le mezclaban menos las palabras, o no movía tanto las manos, pero seguía mirando al suelo, evitando el contacto visual. No podía aguantar esa situación, me incomodaba mucho tener que hablar con alguien al que no podía casi ni tocar o sufriría un ataque al corazón.


- Niall, ¿te apetece comer algo?
- Sí, claro. Desde esta mañana apenas he comido.
- No se hable más. -Me levanté de mi sitio y fui a hablar al resto. Parecían estar hablando tranquilamente. - Chicos, Niall y yo vamos a comer algo. Por si no os dabais cuenta, el pobre lleva sin comer mucho. Anne id a mi casa, todos, sí vosotras también. Toma, las llaves, en cuenta cojamos algo en KFC vamos para allá. Adiós.


Sin dar tiempo a que pudiera quejarse el resto, cogí a Niall por el abrazo y tiré de él hasta llevarlo a mi coche. Subimos y conduje hasta el restaurante de pollo más delicioso del mundo, Kentucky Fried Chicken. Ordenamos un cubo grande de alitas de pollo. Tenía 16 alas y cuatro paquetes de patatas, pero dado el hambre del concierto podría comerme una vaca entera.

No quería que nadie me reconociera así que volvimos rápidamente al coche. Le invité a pasar a la parte trasera. Tenía un coche de 7 plazas, con los cristales de atrás tintados para más privacidad. Las ventajas de la fama eran eternas, y en este caso agradecí millones de veces el tener una pequeña mesita plegable en el maletero, aunque no sé que hacia ahí. Estuvimos comiendo y hablando un buen rato, no quería volver ya a casa, este chico tenía algo que le hacía diferente al resto, y ahora que lo había conseguido amansar y podíamos tener una conversación cara a cara sin sudar, ni temblar, no quería volver.


Holly.
Estábamos en casa de Sophie esperando a que volvieran de comer pollo. La situación era algo incómoda. Liam, Zayn y Louis estaban sentados en un sofá, y Abbie, Bridget y yo en otro. Harry y Anne habían bajado a la bodega a por algo. No sabía el qué. Claro, con esto de que ya habían hablado nos dejaban a nosotros el marrón de comernos el mal royo que había en el salón. Aunque pronto terminó eso.


- Chicos, fiesta.

Habían subido por las escaleras los dos con una botella de Vodka y gominolas. Esto se iba a animar en seguida. Ya tenía ganas de una vez por todas de poder disfrutar algo que no tuviera que ver con mi trabajo.
Y pronto estuvimos todos bebiendo, bailando y cantando por toda la casa, la enorme casa.